El proceso de regeneración de la piel

Cada día, una persona pierde aproximadamente 200 millones de células cutáneas por hora, lo que suma 5.000 millones de células cutáneas diarias. La regeneración de la piel es un proceso natural que implica una renovación celular completa. En jóvenes adultos, este ciclo puede ser tan rápido como 14-21 días, mientras que en los adultos de mediana edad, tiene una duración media de 28 días. Con el paso de los años, el ciclo de la piel se ralentiza gradualmente hasta alcanzar los 45-60 días entre los 40 y los 50 años, extendiéndose hasta los 60-90 días entre los 50 y los 60 años.

Durante el proceso de renovación de la piel, las células de la epidermis, la capa más superficial de la piel, se dividen y se desplazan hacia la superficie, donde eventualmente mueren y se desprenden. Esta renovación celular es fundamental para preservar la salud y la apariencia de la piel. Gracias a este proceso, la piel se mantiene limpia, tersa e hidratada.

Cuando la renovación celular se ralentiza, la piel puede experimentar diversos problemas, tales como:

  • Piel seca: la acumulación de células muertas en la superficie de la piel contribuye a un aspecto seco y áspero.
  • Piel rugosa: los poros se dilatan y las arrugas se hacen más visibles.
  • Piel con manchas: las células muertas pueden obstruir los poros, propiciando la aparición de manchas en la piel.
Ciclo de regeneración de la piel

¿Cuáles son los factores que afectan al proceso natural de renovación celular?

Existen múltiples factores que influyen en el proceso de regeneración celular:

Algunos de estos factores no se pueden cambiar, como la edad o el clima, pero lo que sí podemos mejorar son aspectos de nuestro estilo de vida para favorecer un buen funcionamiento de los procesos de renovación celular.

Por ejemplo, reducir el estrés mediante prácticas como la meditación o el ejercicio diario, dejar de consumir tabaco, exponerse al sol de manera moderada y con protección, y usar productos cosméticos que contengan potentes nutrientes de plantas, grasas beneficiosas, minerales, y vitaminas naturales. Estos hábitos beneficiosos estimulan los mecanismos naturales de la piel, como la regeneración celular, y ayudan a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel.

Diferencia entre las grasas hidrogenadas y los aceites de plantas prensadas en frío

Las malas grasas ralentizan el proceso de regeneración de la piel

Hoy en día encontramos malas grasas (sintéticas o industrializadas) en la gran mayoría de marcas cosméticas, desde las químicas hasta las naturales. En las formulaciones químicas encontramos grasas derivadas del petróleo (Petrolatum, Aceite mineral, Siliconas, etc.) y en la cosmética natural se utilizan aceites provenientes de agricultura biológica, pero cuya modificación química las convierte en grasas hidrogenadas (Cetearyl Alcohol, Caprylic/capric Triglyceride, Hydrogenated Rapeseed Oil, etc.).

Es común encontrar grasas industriales en cremas y otras formulaciones cosméticas. La piel no puede reconocer estas grasas artificiales, y en lugar de ser absorbidas, permanecen en la superficie de la piel. Aquellas personas que experimentan sequedad en la piel tienden a sentir un alivio temporal al aplicarse estas cremas, ya que crean una capa superficial que cubre temporalmente la sequedad real de la piel.

Las grasas derivadas del petróleo y las grasas hidrogenadas asfixian la piel

Aunque inicialmente estas cremas pueden parecer beneficiosas porque proporcionan alivio a la piel seca, en realidad las grasas derivadas del petróleo y las grasas hidrogenadas tienen un efecto asfixiante sobre la piel. Lo mismo ocurre con formulaciones que incluyen ceras, como la cera de abeja o la lanolina de lana de oveja. Los resultados reales de este tipo de ingredientes son unos poros más dilatados y, como la piel no transpira, se ralentiza la renovación celular y se acumulan células muertas en la superficie.

Estas células muertas son más secas que otras células y, consecuentemente, al acumularse, resultan en una piel rugosa y escamosa. Esta sensación escamosa da la impresión de que la persona tiene la piel seca cuando en realidad el problema está en que la piel no se ha renovado a tiempo.

En un intento de remediar la rugosidad, las personas tienden a aplicarse más cantidad de cremas con malas grasas, lo que hace que la piel se renueve todavía menos, y entonces vuelven a aplicarse todavía más crema.

Esto lleva a un círculo vicioso y el resultado es una piel más envejecida y aún más seca.

El efecto de los aceites de plantas prensados en frío en el proceso de regeneración de la piel

Diferencia entre piel seca y piel con acumulación de células muertas

Existe una gran confusión entre la piel seca y la piel con acumulación de células muertas. La verdadera piel seca se caracteriza por un nivel inadecuado de sebo, mientras que la piel rugosa se reconoce por la aparición de arrugas, poros dilatados y un tono apagado, resultado de una renovación deficiente que no sigue los ritmos naturales de regeneración de la piel.

La verdadera solución a este problema consiste en aplicar lípidos de aceites vegetales de primera prensión en frío, que penetran en la piel y la nutren desde el interior. Estos aceites beneficiosos no interfieren con la regeneración celular de la piel, sino que ayudan a estimularla.

Las desventajas de la renovación de piel rápida con cosméticos o tratamientos de ácidos

Para intentar solucionar el problema de la piel rugosa, muchas personas empiezan a usar cosméticos que contienen ácidos fuertes o se someten a tratamientos en cabina o con un dermatólogo. Es cierto que el resultado inmediato de estos tratamientos es aparentemente positivo porque la piel se ve más lisa, pero son muy agresivos para la piel y causan muchos problemas más adelante.

¿Qué daños puede causar un tratamiento facial en cabina o un uso cotidiano de ácidos en la piel?

La consecuencia después de “quemar” la piel constantemente con ácidos o tratamientos dermatológicos es que la piel cada vez se vuelve mucho más delicada y sensible. Esto puede conllevar la aparición de manchas y, en algunos casos, incluso aumentar el riesgo de desarrollar células cancerosas. Después de estos tratamientos, la piel es muy delicada, como la piel de debajo de una cicatriz o quemadura, la cual es muy fina y no tolera bien la exposición al sol ni al medioambiente.

Como la persona no puede exponerse al sol tras estos tratamientos, esto se traduce en una falta de vitamina D en la piel y puede afectar al correcto funcionamiento de los melanocitos y, en consecuencia, provocar una pigmentación irregular.

Sensibilidad e irritación cutánea tras exfoliaciones agresivas

A causa de campañas de marketing, artículos en revistas de belleza, y recomendaciones de dermatólogos, muchas personas llegan a creer que la única forma de mantener la piel con aspecto joven, es someterse a peelings u otros tratamientos agresivos que queman la piel o aplicarse cosméticos con malas grasas que solo proporcionan un alivio temporal a los problemas cutáneos. Pero la realidad es que los resultados óptimos se consiguen con tiempo, ya que la piel tiene sus propios ritmos naturales de renovación progresiva.

En la actualidad, se ha vuelto cada vez más popular optar por peelings rápidos, bruscos y agresivos, así como el uso excesivo de cremas con malas grasas, en lugar de recurrir a exfoliaciones periódicas y suaves. La brusquedad en la manipulación como frotar durante la limpieza también contribuye a la irritabilidad de la piel.

Un peeling agresivo se puede comparar con tomarse una aspirina cuando te duele la cabeza. Si tomas una aspirina un día puntual, no pasa nada. Sin embargo, muchas personas toman aspirina cada vez que les duele la cabeza sin descubrir la causa subyacente del dolor y lo que quiere comunicar el cuerpo.

Lo mismo ocurre con la piel; realizar estas acciones ocasionalmente y con cuidado no es tan perjudicial como hacerlo regularmente.

Conseguir una regeneración cutánea óptima es un esfuerzo diario. Es decir, requiere adoptar hábitos correctos en la rutina del día a día para fortalecer y proteger la piel a largo plazo.

¿Cómo renovar la piel en sintonía con sus ciclos naturales de regeneración?

Para garantizar el correcto funcionamiento de los procesos naturales de regeneración de la piel, es esencial seguir una serie de pasos que favorecen una renovación celular óptima.

Limpiar la piel con un producto libre de detergentes sintéticos

La limpieza ayuda a eliminar las células muertas de la superficie de la piel sin dañar el manto hidrolipídico, siempre y cuando se haga con un producto respetuoso con la piel. Lo adecuado es un limpiador que contenga solo aceites vegetales, extractos de plantas medicinales y arcillas y que no contenga detergentes sintéticos (syndets). También es importante realizar esta limpieza con la técnica adecuada para evitar frotar la piel, como el Ritual de Wave Cleansing.

Exfoliar la piel con regularidad

Una exfoliación suave pero regular de la piel ayuda a eliminar las células muertas sin dañarla o sensibilizarla. La frecuencia de exfoliación debe adaptarse según el tipo de piel. En el caso de pieles sensibles, con inflamación o con afecciones como rosácea o acné, es recomendable empezar de una manera extremadamente suave y gradual para evitar irritaciones. En cambio, las pieles más gruesas y de tono más oscuro requieren una exfoliación más intensiva y frecuente en comparación con las pieles claras y finas.

Cosméticos que estimulan naturalmente la renovación cutánea

Elegir los cosméticos adecuados es crucial para una correcta renovación de la piel, ya que se aplican diariamente y varias veces al día. Es esencial optar por productos que incluyan ingredientes que favorezcan este proceso. Lo ideal es usar cosméticos que contengan:

  • Aceites de plantas de primera prensión en frío. La piel los puede reconocer y absorber hasta las capas más profundas.
  • Extractos de plantas medicinales y aceites esenciales. Estos estimulan los mecanismos naturales de renovación celular de la piel.
  • Arcillas medicinales. Además de aumentar el flujo sanguíneo, las arcillas eliminan las células muertas en la superficie cutánea.

Protección solar biológica para potenciar los ciclos naturales de la piel

El uso de protector solar ayuda a proteger la piel de los daños causados por los rayos UV. Es crucial optar por un protector solar que contenga filtros biológicos y físicos, y que esté libre de malas grasas (grasas hidrogenadas, derivados del petróleo, etc.).

La exposición solar excesiva, independientemente del factor de protección aplicado, resulta en una queratinización de la piel. Entrenar la piel mediante una exposición gradual al sol, en combinación con el uso de un protector solar biológico como Zen Solaire, aumenta las defensas de la piel y estimula sus procesos naturales como la renovación celular.

Instant Liberation overnight masque for skin regeneration

La rutina ideal para acelerar el proceso de renovación celular

La rutina ideal depende de varios factores como la edad, el clima, el tipo y la condición de la piel. A continuación presentamos unas guías generales, pero animamos a que cada persona conecte con su piel y comprenda sus necesidades particulares.

La mascarilla Instant Liberation es un producto muy eficaz y puede ser adaptado a cualquier necesidad de piel si ajustamos la cantidad, la zona y la frecuencia de aplicación.

Piel seca y normal

Aplicar una capa muy fina de la mascarilla Instant Liberation como una crema después de la rutina de noche. Repetir este proceso cada 10 días.

Piel mixta, sensible, con rosácea, eczema, neurodermitis, hiperqueratósica

1 vez por semana después de la rutina de noche, aplicar una capa muy fina de Instant Liberation, de manera que sea imperceptible en el rostro.

Este tipo de pieles pueden presentar enrojecimiento temporal tras la aplicación del producto debido al aumento de la circulación sanguínea. Este enrojecimiento es muy beneficioso para la piel porque ayuda a tonificar y reforzar los capilares.

Para evitar un enrojecimiento de todo el rostro, nuestra recomendación es aplicar la mascarilla por zonas. Aplicar en un área concreta del rostro en noches sucesivas (una noche aplicar en la frente, la siguiente en las mejillas, la siguiente en nariz y barbilla, etc.).

Piel grasa, seborreica, apagada, flácida, madura, con poros dilatados, pigmentación irregular, cicatrices, exposición solar frecuente

2-3 veces por semana, como último paso de la rutina nocturna, aplicar una fina capa de Instant Liberation en todo el rostro y dejar que actúe durante la noche.

Piel con acné, espinillas, impurezas, manchas, puntos negros, quistes, milium, vello encarnado, picaduras de insectos

Aplicar una capa más gruesa de Instant Liberation sobre el punto concreto que se desea tratar. Repetir 5 veces por semana hasta que haya mejorado el estado de la alteración cutánea.

Mascarilla Renovación Celular

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Fuentes (bibliografía)
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