El primer y más importante paso en cualquier ritual de cuidado antiedad de la piel es la limpieza. Únicamente si liberamos a la piel de la acumulación de toxinas y suciedad, nuestro órgano más grande podrá funcionar correctamente y regenerarse de forma adecuada.
Los productos de limpieza convencionales, incluso los que llevan la etiqueta “Para pieles sensibles”, contienen detergentes sintéticos (syndets). Estas sustancias artificiales no son compatibles con el manto ácido protector de la piel y su delicada microbiota. Con el tiempo, pueden irritar, debilitar y dañar la piel.
LE PURE ha formulado tres limpiadores faciales biológicos diferentes que purifican la piel con extractos de plantas medicinales, aceites prensados en frío, aceites esenciales, arcillas y minerales.
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