La protección solar biológica aprovecha las propiedades de las plantas medicinales que actúan en sinergia con las funciones orgánicas naturales de la piel, proporcionándole protección y fortaleza tanto desde el interior como desde el exterior.
La composición de los protectores solares biológicos es rica en fitonutrientes, sustancias químicas naturales derivadas de las plantas. Numerosos estudios respaldan los efectos beneficiosos de los fitonutrientes para la prevención y el tratamiento de las quemaduras solares y el fotoenvejecimiento.
Además, la protección solar biológica permite la síntesis de vitamina D a través de la piel, esencial para mantener una pigmentación cutánea uniforme.
Zen Solaire es pionero en la protección solar biológica al estar compuesto únicamente por aceites vegetales prensados en frío, extractos de plantas medicinales y minerales naturales. Se trata de una fórmula libre de grasas y ceras químicamente modificadas.